Esta inseguridad afecta a casi todas las mujeres del mundo, pero es especialmente prevalente en Venezuela, donde hay un énfasis muy fuerte en la importancia de la belleza y la perfección de las mujeres. Venezuela ha tenido seis ganadoras del concurso “Miss Universo” (Pageant Center). Este número es segundo solamente a los Estados Unidos que ha ganado siete veces. Los venezolanos están bastante orgullosos de lucir las mujeres más bellas del mundo, según estos resultados. Pero la realidad es que este nivel de belleza no es alcanzable a la gente común. Por eso, muchas mujeres buscan cirugía.
En el año 2006, hubo 30.000 cirugías para aumentar los senos en Venezuela (Lipo.com). En comparación con los otros países de la región, el porcentaje de mujeres que han aumentado sus senos fue más alto en Venezuela en este año. Hoy en día, en la jerarquía de países con más cirugías plásticas, Venezuela es el número 20 (ISAPS). Me hace triste admitirlo, pero casi cada mujer que yo conozco personalmente que vive en Venezuela ha tenido por lo menos una cirugía para aumentar los senos. En casos extremos, algunas de ellas han tenido tres o cuatro cirugías, y están pensando en hacerlo de nuevo.
Estas operaciones no son tan seguras que la sociedad nos dice. Hay riesgos reales e importantes de la cirugía plástica. Los dos resultados más dañosos son: el riesgo físico, y problemas psicológicos que no solamente afectan a las clientes, pero afectan también a la sociedad en general. Hay una posibilidad de complicaciones peligrosas en cada cirugía. Estas complicaciones pueden resultar en deformación, infecciones y en algunos casos, la muerte. Un solo ejemplo de este riesgo inherente es el caso de Solange Magnano, una ganadora de Miss Argentina. Ella tenía una cirugía para “endurecer los glúteos”, pero a causa de complicaciones, ella murió de una embolia pulmonar (El Universal). Esta cirugía no es “peligrosa” en comparación a otros, como cirugías en el corazón. Pero ella todavía murió por la idea de que no era suficientemente bella.
Esta historia también ejemplifica los daños emocionales y psicológicos creado por la cultura de la cirugía. Magnano era una mujer joven y bella. Solamente tenía 38 años, y era una modelo famosa (El Universal). Pero todo eso no fue suficiente. Ella todavía pensaba que necesitaba esta cirugía para ser “perfecta”, o a lo menos, más cerca de este ideal. Esta forma de pensar afecta la gran mayoría de la sociedad. La prevalencia de la idea de que estas cirugías son necesarias, propone una atmósfera en que las mujeres se sienten inadecuadas a menos de que se parezcan a modelos y actrices.
Hoy en día tenemos una cultura que les dice a las mujeres que no son suficientes. La belleza natural ya no sirve. Este ambiente propone que las mujeres sacrifiquen su salud y algunas veces su vida en un trato vano de obtener una imagen perfecta. Muchas personas hoy en día dicen que Venezuela es el país con las mujeres más bellas del mundo, pero no se puede saber si este juicio está basado en la belleza natural de estas mujeres o en las muchas alteraciones que se han hecho. Poco a poco, la prevalencia de la cirugía plástica está cambiando el modo en que todos vemos a las mujeres. Aún las ganadoras de Miss Universo “necesitan” arreglar unas imperfecciones en sus apariencias. La cirugía plástica y la búsqueda por la perfección afectan a todos al nivel individual, y tiene consecuencias para la sociedad entera.
Obras Citadas
"ISAPS International Survey on Aesthetic/Cosmetic Procedures Performed in 2009." ISAPS. ISAPS, 2009. Web. 29 Nov 2010.
"Miss Universe® Pageant Winners." Pageant Center. N.p., 2010. Web. 29 Nov 2010.
"Muere ex Miss Argentina por cirugía en glúteos." El Universal 30 Nov. 2009: n. pag. Web. 29 Nov 2010.
"Venezuela the number one country for breast augmentation." Lipo.com. Lipo.com, 20 Mar. 2007. Web. 29 Nov 2010.
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